martes, 4 de mayo de 2010

Miguel Hernandez




MIGUEL HERNÁNDEZ
(1910-1942)

Miguel Hernández nació el 30 de octubre de 1910 en Orihuela, Alicante (España). Era hijo de un tratante de ganado llamado Miguel y de Concepción, conocida familiarmente como Concheta.

Vivió en el ambiente rural trabajando como pastor de cabras durante toda su vida.

Asistió durante algunos años a la Escuela del Ave María y posteriormente el Colegio de Santo Domingo, pero dejó las clases en 1925, cultivando su natural talento para la poesía de forma autodidacta, al enriquecer su habilidad literaria con lecturas de gente como Luis de Góngora, Juan Ramón Jiménez o Ruben Darío.

Fue incentivado en su afán por la escritura por Ramón Sijé (de nombre real José Marín Gutiérrez), un amigo de Miguel que, percatado de su talento, le estimuló para que descubriera las formas y autores de la poesía clásica.

Sijé era asiduo visitante de la panadería de la familia Fenoll, lugar de reunión literaria del joven poeta en donde podía dar rienda suelta a sus ansias e inquietudes literarias.
Cuando falleció en 1935, Miguel le dedicó su sentida "Elegía a Ramón Sijé" (1935).

Hernández divulgó sus primeros poemas en la publicación local "El Pueblo", y más tarde en el periódico "El Día" de Alicante.

Optimista ante su futuro como escritor, en 1931 se trasladó a Madrid, pero no obtuvo el éxito esperado, lo que provoca su regreso a Orihuela.

Tras la publicación de "Perito en Lunas" (1933), retorna a la capital de España, en donde comienza a trabajar escribiendo sobre toros con José María de Cossío.
En Madrid congenió con literatos como Pablo Neruda, Rafael Alberti o Luis Cernuda.

Apoyó a la República y combatió contra el ejército franquista.
En un permiso concedido en 1937 se casó con Josefina Manresa. Cuando terminó la Guerra Civil, intentó exiliarse pero fue detenido y encarcelado, escribiendo en diferentes prisiones su obra póstuma "Cancionero y romancero de ausencias" (1938-1942).

Falleció de tuberculosis en la cárcel de Alicante el 28 de marzo de 1942. Tenía 31 años.


Es uno de los grandes poetas de la Generación del 36, poseedor de un estilo formal muy cuidado, lleno de sensibilidad.
"Perito en lunas" (1933) o "El rayo que no cesa" (1936), además de las citadas "Elegía a Ramón Sijé" y "Cancionero y romancero de ausencias", son sus obras más importantes.


ACEITUNEROS:


Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Hace honor a la gente honrada de las tierras de olivares cuyas personas han hecho levantar un terreno de cultivo que alimenta a muchas familias y gracias a el olivo somos conocidos por otros lugares.

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