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Esta celebración se ha llevado a cabo desde los primeros siglos inmediatos a la muerte de Cristo. “Pero en estricto rigor respetando tradiciones y costumbres como el Vía Crucis, hay registros desde el siglo IV. Existe un relato de una peregrina que se llamaba Egeria, donde cuenta su visita a Tierra Santa. Es la primera que relata las características de los Vía Crucis, cómo era la práctica devocional que ya existía. Ahí todavía era Imperio Romano, o sea, el Cristianismo recién post Constantino”.
Tradiciones cristianas:
La costumbre del cristiano de ayunar es muy temprana. En el catolicismo antiguo esto se hacía durante toda la Cuaresma y no sólo el miércoles de ceniza y el Viernes Santo, como lo plantea la Iglesia. Según cuenta Moreno, cien años atrás, los cristianos no comían carne ningún viernes del año, por respeto a Jesús, descrito en las escrituras como el cordero que fue llevado al matadero. “Esta práctica se fue suavizando, y derivó simplemente en no consumirla el viernes santo y en cambio ingerir pescados y mariscos, pero es más bien una costumbre popular, sin mucho sentido en realidad. La idea se supone que es la abstinencia o ayunar de plano, pero no reemplazar una cosa por la otra”, explica el académico.
Aunque en el Nuevo Testamento o en las Escrituras de los padres apostólicos, no hay ninguna indicación de la existencia del festival de Pascua, un texto de comienzos del siglo II sostiene que el festejo de Pascuas es una práctica temprana en el cristianismo. Sin embargo, la mayoría de los historiadores concuerdan en que el festejo conocido mundialmente como Pascha (o variaciones de eso) se presentó muy probablemente como continuación de las celebraciones de la Pascua judía, con un fuerte énfasis en la Resurrección de Jesús y con algunos agregados posteriores provenientes de culturas paganas.
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